miércoles, 8 de agosto de 2007

EL IMPRESIONISMO.



En el inútil intento del apóstol Pedro por salvar a Jesús, le cortó una oreja a un soldado romano, quien cayó en tan grande melancolía que dejó el ejercito y se dedicó a pintar girasoles y noches estrelladas.


© 2006 Rogelio Chávez.

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