Gracias a que es una persona de naturaleza más bien positiva, ve con muy buenos ojos que el mundo avance y se acelere, a que a estas alturas a nadie se le ocurra viajar en metro y tragarse un ladrillo como El Quijote, por eso apenas pone un pie en la calle y ya se ve a sí mismo homenajeado y premiado con un lugar en la Real Academia, probando la comodidad de sus sillones, eligiendo entre tanto respaldo de letra bordada. La gente le mira mal porque está sonriendo, porque va por la calle abrazando en un único folio lo que cree su mejor obra, un verdadero bet-seller:
"BREVÍSIMO PERO DETALLADO EJEMPLO PARA LA PREPARACIÓN Y EJECUCIÓN DE UNA HUIDA EXITOSA, SIN QUE LOS MOTIVOS IMPORTEN DEMASIADO"
-¡Señor conductor, Aquí es donde me bajo!-dijo pegándose un tiro en la sien.
-¡Señor conductor, Aquí es donde me bajo!-dijo pegándose un tiro en la sien.
©2009 Rogelio Jarquín. Veinticinco balas perdidas y un revolver de fogueo.
7 comentarios:
Los cuentos breves son mi delirio, espero algun dia encontrar el mejor,el de mi vida, como el de : y cuando desperte...
Cortázar, entre tus frases, me viene de regreso.
Porfa no lo vayas a perder como el cuadenillo de dibujos eh??? Roge, Roge, Rogeeee !!!
Pequeño pero conciso !! Me gusta ! AF
como que duele la cabeza al leerlo!! ajajaja
Me gusta y es la brevedad la que pide mas a cada relato :D
RaulS.
Verdad que es bello, el cuento corto. Simple, llano y monumental en profundidad...
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