jueves, 16 de mayo de 2013

Lázaro


Pero cómo se me ocurriría obedecer. Ahora no hay quien me 
pare. Jesús dijo levántate y anda y yo me levanté y empecé a andar sin rumbo, despacio, sin prisa, a mi ritmo. Y ya me veis, aquí sigo, andando, lento pero sin pausa, con los zapatos rotos y los pies destrozados, deteniéndome sólo cuando tengo algo de suerte y logro pegarle un mordisco a un delicioso cerebro.

©2013 CERILLAS SUELTAS Rogelio Jarquín.





1 comentario:

Anónimo dijo...

jesus como el primer hacedor de habitantez. para walking dead, jeje.

Tata