miércoles, 12 de septiembre de 2007

6 (Balas perdidas)


En la hoguera el fuego se queda quieto como para mentirle a la noche, para hacerle creer que está muerto o sólo duerme. Después tirita. Parece mentira que su temblar sea precisamente lo que nos cobija. El misterio de la llama no es la luz sino su danza resistida, sus golosas aspas. No causa calor, ingiere el frío, ese es su oficio.


©2007 Rogelio Jarquín. Veinticinco balas perdidas y un revolver de fogueo.

3 comentarios:

.... dijo...

Hola Rogelio...

Me gusta mucho la frase del principio.

"En la hoguera el fuego se queda quieto como para mentirle a la noche, para hacerle creer que está muerto o sólo duerme".

Saludos.

Anónimo dijo...

y salió un dia el arquetipo de escritor a mirar los elementos en alguna parte, entre los restos godos, fenicios, musulmanes y pajaros de fuego y se encontro con nuevos nombres para definirla.
Y mira lo que son las cosas se volvio poeta y escribio poesia y la enseño a los demas.
Los dioses gritaran.

Cindy Muñoz dijo...

y ese danzaar... me encanta!