martes, 23 de abril de 2013

ANTONIO N


Llevaba unos segundos de retraso en el andar.

Con el balón entre las manos se dejaba la piel de los zapatos

contra el golpeado asfalto.

Los médicos decían que era la polio

pero nosotros diagnosticamos que sólo era la gravedad,

que la tierra juguetona le ataba una pierna,

que su mundo rotaba más lento del lado izquierdo,

que el cuerpo se le volvía plomo

con cada diástole del corazón.



©2013 Rogelio Jarquín.



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