domingo, 25 de agosto de 2013

GÉNESIS (Versículo extraviado)




Señor.

¡Señor!
¿Señor?
Dime Adán.
¿Cómo me hiciste?
Ya lo sabes.
¿?
A mi imagen y semejanza.
No, no me refiero a eso… Quiero saber  lo que hiciste para formarme.
Fue casi sin darme cuenta. Me encontraba de ocioso en toda mi omniteidad cuando me arrunpre  un puñado de triformias  del obsiterio. Las contemplé largamente (no tenía otra cosa mejor que hacer) y descubrí de pronto que todas ellas estaban formadas de pequeñas pertoras que se unían y se repetían en curveadas escalfilas. Después me arrunpre unos cuantos foletos de mi vafeto y comprobé que también estaban compuestos de pertoras que se extendían en espiral. A los foletos le siguieron los haratos, las platmulas, los felorios del bulfono e incluso llegue a arrunprarme todos flimertos del peronal y la toraserea. Me llevó tiempo entender que toda mi omniteidad estaba formada de escalfilas que a su vez estaban compuestas de pequeñas pertoras.  Lo demás fue coser y cantar literalmente. Empecé a duplicar mis propias pertoras con las que tejer miles de escalafilas en el mismo orden que las mías. Seguí el patrón de mis troformias para hacer las tuyas.  Los foletos  y hasta los felorios más itervoleados me salieron exactos. Poco a poco tejí el bulfono, el vafeto y las crurias, e iba unirpereando todas las piezas; el peronal bajo la toraserea, el nomerio sujeto al vafeto  y las triformias bien atadas al obsiterio. Supe que todo había salido perfecto al escuchar alto y claro tu relografo, con  sus disperos y sus simbarios sonando al mismo ritmo que los míos. Y de esa manera te formé.
¿Mmm?
…Con barro Adán, fue con barro.


©2013 CERILLAS SUELTAS Rogelio Jarquín.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Jejejeje... Muy bueno... n.